Más de 100 mil personas disfrutaron el Milenario Trueque en San Pedro Cholula
- Redacción
- hace 11 horas
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Por primera vez, la plaza fue instalada durante dos días consecutivos

San Pedro Cholula, Pue. (Quinceminutos.MX). — Más de 100 mil visitantes y la participación de 3 mil 300 artesanos provenientes de distintos municipios y estados del país, reunió la celebración del Milenario Trueque, en la Plaza de la Concordia de este municipio.
Durante los días 7 y 8 de septiembre, el corazón de Cholula se convirtió en un mercado ancestral, donde frutas, verduras, textiles, cestería, barro, madera y prendas artesanales se intercambiaron como lo han hecho generaciones a lo largo de los siglos, reafirmando a Cholula como la ciudad sagrada de las tradiciones.
La presidenta municipal Tonantzin Fernández, acompañada de regidores, funcionarios y la diputada Angélica Alvarado, recorrió los pasillos del trueque, conviviendo con comerciantes y peregrinos que agradecieron la adecuación del Complejo Cultural, espacio que les permitió pernoctar de manera segura la noche del 7 de septiembre.
“Por primera vez este evento histórico se celebró durante dos días consecutivos, fortaleciendo la economía local y el comercio tradicional”, destacó Fernández, quien además recibió a los visitantes con tamales, atole, café y pan como parte de la hospitalidad cholulteca.
Con esta edición, el Milenario Trueque no solo mantiene viva una práctica ancestral, sino que también se consolida como un referente turístico y cultural de Puebla, capaz de reunir a miles de personas en torno al valor de la tradición y el intercambio.
Cholula, la ciudad sagrada
El trueque es una de las formas de comercio más antiguas que existen. Consiste en intercambiar un producto o servicio por otro, sin necesidad de usar dinero.
En la tradición cholulteca, el Milenario Trueque tiene un valor histórico y cultural porque se remonta a la época prehispánica, cuando los pueblos originarios acudían a Cholula —considerada ciudad sagrada y centro de comercio— para intercambiar maíz, cacao, frutas, textiles, cerámica, artesanías y animales de crianza.
Lo especial de este evento es que mantiene vivo ese sistema ancestral, en el que lo más importante no es el valor monetario, sino la confianza, la reciprocidad y la convivencia comunitaria.

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