Quinceminutos.MX
Amor más allá del romance: académico habla del poder de la amistad
Desde la IBERO Puebla reflexionan sobre las nuevas formas de interacción humana
Redacción
Puebla, Méx.- En una sociedad marcada por la inmediatez y la priorización de lo individual, las relaciones de amistad genuinas destacan como un faro de autenticidad y crecimiento personal.
La amistad, desde una perspectiva cultural, es uno de los pilares fundamentales que sustentan la vida humana y una expresión de solidaridad y amor. La ONU reconoce su importancia al punto de declarar el 30 de julio como el Día Internacional de la Amistad, señalando que estos lazos son esenciales para fomentar una cultura de paz.
Sin embargo, en tiempos recientes, hemos sido testigos de un declive preocupante en la calidad y cantidad de relaciones amistosas. Según datos de la encuestadora The Survey Center on American Life, entre 1990 y 2022, la cantidad de hombres jóvenes en Estados Unidos que afirmaban tener al menos seis amistades cercanas se redujo a la mitad. Esto significa que aproximadamente el 20% de los estadounidenses reportan no tener ningún amigo íntimo.
En México, la situación no es muy diferente. El Consejo Nacional de Población (Conapo) reveló en 2023 que solo el 9.6% de las mujeres mexicanas mantenía contacto frecuente con sus amistades, mientras que un alarmante 57.9% admitió no verlas nunca. En el caso de los hombres mexicanos, el 12.3% se reunía regularmente con sus amigos, mientras que el 49.2% no tenía este tipo de interacciones.
Estas cifras reflejan una tendencia que Oscar Gallardo Frías, coordinador del Área de Reflexión Universitaria de la IBERO Puebla, ha observado con preocupación, especialmente en el contexto de la proliferación de las redes sociales y la pandemia.
"En la sociedad actual, llevamos un chip que nos impulsa a mercantilizar toda nuestra realidad. La amistad, en este sentido, sufre las consecuencias", señaló el académico.
La concepción de las relaciones amistosas como una moneda de cambio ha llevado a un profundo deterioro del tejido social, explica el académico.
"En esta sociedad, estamos acostumbrados a construir máscaras, a fingir. Esto dificulta la posibilidad de establecer amistades auténticas, ya que no hay un verdadero encuentro entre autenticidades, sino más bien encuentros entre máscaras".
A este fenómeno se suma la falta de tolerancia a la frustración, que, según el académico, lleva a idealizar la amistad desde el paradigma del amor romántico. Esto, a su vez, "nos ha hecho mucho daño, porque a menudo las amistades duraderas y el amor conllevan conflictos. Incluso las relaciones de pareja, a veces, son conflictivas. No es que esto sea malo, sino que es inherente a las relaciones humanas y a la construcción mutua".
Gallardo Frías enfatiza que la amistad no debe ser idealizada como una relación perfecta, sino como una relación real que permita el encuentro de autenticidades y promueva un espacio seguro y amoroso para todos los involucrados. Este espacio debe fomentar el diálogo ante la adversidad y reconocer la imperfección del otro como parte de sus cualidades.
Aunque reconoce que no todas las personas pueden formar lazos de amistad, el académico considera que contar con vínculos afectivos más allá de la búsqueda de la perfección es fundamental para promover la paz, el amor y el encuentro genuino. Esta apertura hacia la autenticidad también brinda la oportunidad a otras personas de acercarse siendo su versión más real.
"Es necesario un trabajo personal para mostrarse auténticamente ante los demás. Cuanto más auténticos seamos, más podremos encontrarnos con autenticidades similares", explica Gallardo Frías. En este sentido, el poder de la amistad se convierte en un tesoro invaluable.
Para el académico, contar con una mano amiga que abrace, acompañe y sostenga nuestra versión más genuina es transformador tanto a nivel personal como societal. Esta forma de amor, basada en el cariño recíproco, desinteresado y sólido, constituye un poder impresionante que trasciende las fronteras del romance para nutrir nuestras vidas de significado y plenitud.
Comments