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Alertan por robo de celulares y tarjetas bancarias en supermercados de Puebla

  • Foto del escritor: Felipe P. Mecinas
    Felipe P. Mecinas
  • hace 6 horas
  • 3 Min. de lectura

Un caso en San Manuel ocurrido esta semana evidencia falta de protocolos de seguridad en la tienda para atender a las víctimas

Los supermercados cuentan con estacionamiento controlado y cámaras de vigilancia.
Los supermercados cuentan con estacionamiento controlado y cámaras de vigilancia.

Ciudad de Puebla, Pue. —Un modus operandi de robo se ha convertido en una práctica cada vez más común dentro de supermercados y centros comerciales de la ciudad de Puebla. Grupos de delincuentes aprovechan empujones o distracciones para hurtar celulares y carteras sin que las víctimas se percaten en el momento, y posteriormente vaciar las tarjetas de crédito.


El caso más reciente ocurrió esta semana en el Walmart de San Manuel, donde una víctima identificada como Karla relató cómo una mujer de la tercera edad, en complicidad con otros tres sujetos, la distrajo en el pasillo de medicamentos para despojarla de sus pertenencias.


“Una señora mayor me chocó con el carrito, intenté moverme y fue ahí cuando me robaron el celular y la cartera. Todo pasó en segundos”, relató.

Sin protocolos y sin reacción del personal


La afectada denunció que, tras el robo, el personal de seguridad del supermercado no reaccionó de inmediato, lo que permitió que los responsables escaparan sin ser identificados.


“El guardia no sabía qué hacer. Me mandaron a servicio al cliente y ahí empezaron a buscar la hora para revisar las cámaras. Todo fue tardado, improvisado… fatal”, explicó.

Señaló que incluso no le permitían salir del estacionamiento pese a que no contaba con su cartera para pagar, y que el establecimiento no activó ningún protocolo de emergencia.


Ladrones localizados: la policía nunca llegó


Gracias a que actuó rápido, Karla canceló sus tarjetas y bloqueó su línea telefónica, lo que evitó que los delincuentes realizaran movimientos bancarios. A la par, con apoyo de sus familiares, logró ubicar el celular en una sucursal bancaria en la zona de Plaza Dorada, donde los ladrones intentaron retirar efectivo, sin lograrlo.

 

“Ellos se fueron de ahí, no apagaron el teléfono y logramos localizarlos. Se fueron a Plaza Dorada, ahí intentaron ver si podían sacar dinero, obviamente no pudieron (…) ahí, llegamos, y todavía logramos verlos en el banco y la viejita era cómplice de ellos”, relató.

 

Posteriormente, mediante la aplicación telefónica, detectaron que los delincuentes se encontraban en una pastelería del bulevar 5 de Mayo, donde tampoco pudieron hacer compras.


Ante la flagrancia, Karla decidió solicitar el apoyo policial a través del 911, donde inmediatamente los canalizaron con la Policía Municipal de la ciudad de Puebla, desde donde se comunicaron con ella para atender su reporte. Compartió a los policías la ubicación de los delincuentes, sin embargo, aunque dijeron que irían la patrulla nunca llegó ni le volvieron a responder los mensajes.

 

Tras los hechos y largos trámites en la sucursal bancaria y el servicio de telefonía, Karla decidió presentar su predenuncia y darle seguimiento por la vía legal.


“Ayer volví al mismo supermercado a realizar mi despensa y vi a muchas personas de la tercera edad que pueden ser víctimas de estos delincuentes y me dio tanto coraje que decidí presentar mi denuncia. Aunque sea algo tengo que hacer”, relata.

Cero denuncias por robo en espacios públicos


De acuerdo con cifras oficiales, en lo que va del año no se ha registrado una sola denuncia penal en Puebla por el delito de robo a transeúnte en espacio abierto al público —como si no existiera, aunque las historias son cada vez más recurrentes—, categoría que correspondería a casos como el ocurrido dentro de supermercados, tiendas o plazas.


En contraste, en el rubro de robo a transeúnte en vía pública se han contabilizado 3 mil 241 denuncias, de las cuales 2 mil 612 fueron con violencia y 629 sin violencia, lo que confirma que este tipo de delitos sí ocurre y con alta frecuencia, pero no está siendo denunciado cuando sucede en espacios comerciales privados.


Especialistas consideran que esta ausencia de denuncias distorsiona la realidad delictiva, pues los robos dentro de supermercados quedan fuera de las estadísticas formales, dificultando políticas de seguridad y supervisión. De acuerdo con datos del INEGI, en Puebla la “cifra negra” de delitos no denunciados supera el 90 por ciento de casos. La realidad rebasa por mucho lo que reflejan las estadísticas.


El caso exhibe la falta de seguridad en cadenas comerciales, que —según el testimonio— no activan protocolos oportunos, no apoyan a las víctimas y en ocasiones demoran la revisión de cámaras, lo que favorece la impunidad. Los centros comerciales carecen de una seguridad real y, además, carecen de responsabilidad clara.

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