Peregrinos de Quecholac parten rumbo a Juquila en una tradición de 32 años
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La caminata reúne a más de 200 participantes en una manifestación de fe iniciada por Genaro Cossío
por Luis Guillermo Porras
Quecholac, Pue. (Quinceminutos.MX).-Este viernes 26 de diciembre partió del municipio de Quecholac la tradicional peregrinación con destino al santuario de la Virgen de Juquila, ubicado en la ciudad de Santa Catarina Juquila, Oaxaca, una manifestación de fe que cumple 32 años de realizarse de manera ininterrumpida y que reúne a cientos de creyentes comprometidos con esta expresión religiosa.
El contingente está integrado por aproximadamente 200 peregrinos que participan en relevos a lo largo del trayecto, además de un grupo de apoyo logístico que brinda servicio en cocinas comunitarias, abanderamientos y labores de acompañamiento, lo que permite garantizar la seguridad y el bienestar de quienes realizan el recorrido.
La peregrinación tiene como punto de partida la cabecera municipal de Quecholac y se dirige hasta Juquila, donde se ubica el santuario, uno de los principales centros de devoción del país. El recorrido tiene una duración aproximada de una semana, tiempo durante el cual los participantes avanzan de manera organizada, enfrentando largas jornadas de camino como parte de su promesa religiosa.
De acuerdo con los organizadores, el grupo tiene previsto arribar a su destino tras varios días de trayecto y emprender el regreso el próximo 31 de diciembre, fecha en la que se espera su retorno al municipio, concluyendo así una edición más de esta significativa tradición.
Esta peregrinación fue iniciada hace más de tres décadas por Genaro Cossío, quien sentó las bases de una práctica que con el paso de los años se ha fortalecido y ha logrado convocar a nuevas generaciones de fieles. Actualmente, la tradición no sólo representa un acto de fe, sino también un símbolo de identidad y unión comunitaria para los habitantes de Quecholac.
Autoridades locales y familiares de los peregrinos expresaron su respaldo al contingente y les desearon un trayecto seguro, reconociendo el esfuerzo físico y espiritual que implica mantener viva una tradición que, tras 32 años, continúa siendo un referente de devoción y compromiso religioso en la región.
