Caos en el Centro Histórico por choque entre comercio informal y autoridades

La intervención tenía como objetivo regular el comercio informal

Ciudad de Puebla, Pue. (Quinceminutos.MX). —Un enfrentamiento entre comerciantes ambulantes y elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) se registró este jueves en el Centro Histórico de Puebla, dejando como saldo varias personas lesionadas y el cierre temporal de calles en una de las zonas más transitadas de la capital.

El conflicto se originó durante un operativo de supervisión realizado por personal de Vía Pública en la intersección de la calle 10 Poniente y 3 Norte, a espaldas de Plaza Victoria. La intervención tenía como objetivo regular el comercio informal; sin embargo, la situación se salió de control cuando un grupo de ambulantes reaccionó violentamente, agrediendo a los inspectores con piedras, palos y golpes.

La llegada de elementos de la Policía Municipal y antimotines no logró calmar los ánimos. Por el contrario, la confrontación se intensificó, provocando momentos de caos y pánico entre peatones y locatarios.

Testigos reportaron empujones, gritos y agresiones físicas que se extendieron por varios minutos, hasta que elementos de la Policía Estatal y de la Guardia Nacional arribaron para reforzar el operativo y restablecer el orden.

Hasta el cierre de esta edición, no se ha emitido un informe oficial sobre el número exacto de heridos o personas detenidas, pero fuentes confirmaron que tanto elementos de seguridad como civiles resultaron lesionados.

Ante la creciente violencia, varios negocios establecidos en las calles 10 y 8 Poniente, así como en la 3 y 5 Norte, decidieron cerrar sus puertas como medida preventiva.

Este enfrentamiento ocurre en un contexto de tensión creciente entre autoridades y grupos de comerciantes informales. En semanas anteriores, la zona ya había sido intervenida por cuerpos de seguridad, quienes desmontaron cámaras de videovigilancia instaladas de forma irregular en postes y espacios públicos. Según las autoridades, estos equipos podrían haber sido utilizados por redes delictivas para monitorear operativos policiales.