Andrés Díaz González, el prodigio de la Mixteca poblana: maestro y compositor a los 13 años
- Felipe P. Mecinas
- hace 7 horas
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En ponencia, Edgar Eduardo Hernández presenta investigación de la obra musical del oriundo de San Andrés Mimiahuapan, Molcaxac
Puebla, Méx. (Quinceminutos.MX). -Enclavado en las comunidades de la Mixteca poblana, hace exactamente un siglo, un niño de sólo 13 años se convirtió en maestro de música de San Andrés Mimiahuapan, comunidad perteneciente al municipio de Molcaxac. Su nombre: Andrés Díaz González, quien, a su corta edad y con apenas estudios básicos propios de aquella época, sorprendía por su habilidad musical y su versatilidad para ejecutar diversos instrumentos, principalmente de viento.
Huérfano de padre y madre, Andrés quedó bajo la tutela de su tío, quien era maestro de música de la banda local y lo introdujo al mundo de las partituras y la ejecución instrumental.
En aquel tiempo, las bandas interpretaban no sólo marchas militares, sino también polcas y valses que deleitaban a las comunidades. Además, ya se dejaban escuchar oberturas y composiciones musicales propias de salas de concierto europeas y de las grandes fiestas francesas.
Era el México de la posrevolución, un periodo en el que el reacomodo de la cultura y la vida pública se sustentaba en el desarrollo de las comunidades. Sin embargo, la falta de transporte y comunicación complicaba la transmisión del conocimiento. Tal vez esto favoreció el surgimiento de músicos locales como el maestro Andrés Díaz y otros como Agustín Peñuela, cuyas obras se convirtieron en referencia para las bandas tradicionales, consolidando una rica tradición musical que perdura hasta nuestros días en comunidades como Molcaxac, San Felipe Otlaltepec y Chigmecatitlán, entre otras.
Este relato fue compartido por el profesor e investigador Edgar Eduardo Hernández Santos durante una ponencia presentada este martes en la Sala Manuel M. Ponce del Conservatorio de Música del Estado de Puebla, con el título: “Andrés Díaz González, un genio en la Mixteca Poblana”, donde trazó la vida y legado del músico mixteco, quien llegó a componer más de 200 piezas, entre ellas polcas, pasodobles, valses, boleros y obras inspiradas en temas históricos como Apolo 12, Neil Armstrong, Puente de Dios o Adiós Cometa Halley.
A la música hace falta darle vida
Entrevistado al término de la presentación, el profesor Edgar Eduardo Hernández Santos consideró que para conservar este tipo de música es necesario volver a tocarla y darle vida.
“Primero que nada, para preservar este tipo de música, es necesario dar a conocer a los compositores y sus obras (…) la música se vive en ese momento, cuando es reproducida, vuelve a surgir. Por eso hay que tocarla constantemente, compartirla con otros músicos y difundirla, para que no desaparezca”, explicó.
Cuestionado sobre la situación de la obra del maestro Díaz, el investigador lamentó que:
“La mayor parte de sus composiciones está rezagada, y otra parte ya está perdida”.
Agregó que algunas piezas sobreviven en colecciones particulares o archivos dispersos en otras regiones del estado:
“Ni siquiera sus propios descendientes saben que existen esas copias”.
El investigador reconoció también la presencia de otros músicos mixtecos como:
“Agustín Peñuela, el maestro Jiménez de Chigmecatitlán, el maestro Flores, así como músicos de San Felipe Otlaltepec”,
cuyas obras también son parte de la memoria musical regional. Asimismo, refirió que actualmente hay compositores en estos municipios:
“La transmisión de conocimientos ha llevado a que muchos músicos, quizás no tengan la función de compositores, pero hagan sus propias obras”.
Un orgullo para la Mixteca
Durante la conferencia estuvieron presentes familiares directos del maestro Andrés Díaz González, entre ellos su hijo Cristino Díaz Soriano, el único de los 18 hijos que se dedicó profesionalmente a la música.
“Yo interpreto las obras de mi papá en el piano”, compartió emocionado.
También reveló que compuso una pieza en honor a su padre cuando aún vivía, aunque –precisó– no ha sido adaptada para banda.
El profesor relató que, al igual que él, otro de sus hermanos, de nombre Misael Díaz, trabajó muy de cerca con su padre, tocando en su banda trompeta y saxofón; sin embargo, esto fue sólo por un tiempo.
“Se siente uno bien orgulloso porque la mayoría de los jóvenes que llegaban a la secundaria, sus papás comenzaban a enterarse que un hijo de Andrés Díaz estaba en la secundaria y se siente uno muy contento que llegaban a saludar”, relató brevemente el heredero del legado musical.
No hay más referencias sobre la música del maestro Andrés Díaz González, por lo que la intención del profesor Edgar Eduardo Hernández es crear un acervo musicográfico con toda la obra que pueda rescatarse y, con ello, dar a conocer al mundo la grandeza de este genio musical mixteco.
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