#Earl una lección de la naturaleza
En menos de 24 horas la tormenta Earl dejó una treintena de muertos en la sierra de Puebla. Las lluvias torrenciales que se generaron entre el sábado y la madrugada del domingo dejaron un saldo preliminar de 29 muertos, 13 casas destruidas, más de 500 personas en albergues, carreteras bloqueadas y dos puentes colapsados.
El desastre llegó donde las autoridades ya habían alertado sobre el riesgo que corrían las familias por encontrarse en zonas cercanas a ríos o en terrenos irregulares. Nadie creyó que un día la advertencia se convertiría en realidad.
No es la primera vez, en Puebla historias como éstas se han presentado continuamente. El caso más reciente fue en 2013 cuando los huracanes Ingrid y Manuel dejaron estragos a lo largo y ancho del estado, en especial en la comunidad de Huixtla, perteneciente al municipio de Tlaola. Allí el gobierno federal inició – incluso- la reubicación de 134 familias que se encontraban en zona de riesgo. Proyecto que nunca terminó de convencer a los damnificados.
En ese tiempo, únicamente seis de los 217 municipios del estado de Puebla contaban con un atlas de riesgo, cifra que ha avanzado muy poco en tres años. El último reporte de la Sedatu proporcionado en diciembre pasado indicó que sólo 37 contaban ya con la herramienta, pero únicamente siete de ellos tenían un Plan de Desarrollo Urbano.
El último municipio en realizar su atlas de riesgo fue el municipio de San Pedro Cholula, que se encuentra en continuo riesgo por su cercanía con el volcán Popocatépetl y el proyecto del gasoducto Morelos que atraviesa por la zona, sin embargo, jamás había contado con una herramienta de este tipo.
Los costos para realizar un atlas son una de las principales barreras para que los gobiernos municipales se interesen en ellos, ya que superan normalmente el millón de pesos. El conflicto va de la mano con la idea errónea de que son poco necesarios, comparadas con las necesidades que enfrentan sus poblaciones.
La respuesta está a la vista. Los atlas son más necesarios que cualquier otra herramienta de protección civil, puesto que de ésta deben partir las estrategias de las administraciones locales.
La tormenta tropical Earl ha provocado además que los municipios volteen a ver la fragilidad en que se encuentran y la falta de estrategias reales, pero ¿la experiencia que hoy enfrentan Huauchinango, Tlaola y Xicotepec será suficiente o tenemos que esperar un embate más de la naturaleza?
Twitter @mecinas
