Morena y aliados aprueban entrega de Guardia Nacional a Sedena; oposición advierte militarización del país

La 4T avala que elementos puedan desempeñar cargos de elección popular o desempeñar funciones civiles en dependencias federales

Elementos de la GN coordinan estrategia de seguridad en la ciudad de Puebla.

Ciudad de México. (Quinceminutos.MX). – Con 351 votos a favor y 124 en contra, el Pleno de la Cámara de Diputados aprobó en lo particular la reforma a la Ley de la Guardia Nacional, que ahora será turnada al Senado de la República. La iniciativa, impulsada por Morena y sus aliados del PT y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), establece que dicho cuerpo de seguridad pasará a depender formalmente de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

El dictamen también permite que los elementos militares de la Guardia Nacional puedan solicitar una licencia especial para contender en elecciones populares o desempeñar funciones civiles en dependencias del Ejecutivo, gobiernos estatales, municipales, organismos descentralizados o empresas públicas.

El documento aprobado establece que, en caso de no fijarse un plazo específico para esta licencia, será la Sedena quien determine su finalización al concluir el mandato presidencial del titular del Ejecutivo que la otorgó.

Durante el debate, la oposición —integrada por PRI, PAN y Movimiento Ciudadano (MC)— acusó que la reforma representa la militarización de la seguridad pública y una amenaza al Estado civil mexicano. Advirtieron sobre el uso político de la Guardia Nacional (GN) y la posibilidad de su empleo en tareas de espionaje y control social.

La mayoría oficialista aprobó cinco reservas, todas presentadas por Morena y sus aliados, y rechazaron 167 propuestas de modificación de la oposición. Entre los ajustes avalados, se incluye una reserva del PVEM para que la Guardia Nacional participe en la vigilancia de bosques y zonas afectadas por la tala ilegal.

El presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Gutiérrez Luna, reconoció que hubo “posiciones encontradas” durante el debate, pero destacó el clima de respeto. En su intervención, subrayó la necesidad de “blindar” a los cuerpos de seguridad para evitar la penetración del crimen organizado y fortalecer la confianza ciudadana.

Por su parte, el coordinador de Morena, Ricardo Monreal Ávila, adelantó que habrá un adéndum con ajustes legales sobre atribuciones y facultades de la Guardia Nacional. Indicó que la revisión modificó de fondo los dictámenes ya aprobados en varios aspectos.

Oposición advierte militarización y control

Desde la oposición, la diputada Ivonne Ortega Pacheco (MC) cuestionó que los militares puedan contender por cargos de elección popular. Puso como ejemplo la posibilidad de que ejerzan el control de una entidad como Quintana Roo para luego competir por la gubernatura con ventaja táctica y política.

A su vez, Laura Ballesteros Mancilla, también de MC, acusó que la reforma busca “militarizar la vida pública” y anunció que promoverán amparos para frenar su implementación. “Esta reforma le declara la muerte al Estado civil mexicano”, sentenció.

Desde el PAN, la diputada Paulina Rubio Fernández alertó que los cambios abren la puerta a operativos encubiertos, intervención de comunicaciones y un marco legal propicio para el espionaje y la censura. “En el PAN estamos en contra de estas reformas que buscan el control absoluto y opaco del Estado”, afirmó.

A su vez, Arturo Yáñez Cuellar, diputado del PRI, se pronunció en contra porque se trata de una estrategia política envuelta en uniforme militar. El problema no son los militares, dijo, sino lo que se hará con esa ley, que no protege al pueblo, sino blinda el poder. “No nos oponemos a la seguridad, a la Guardia Nacional o al Ejército, sino al abuso de poder y a los instrumentos legales que los conviertan en brazo operador del gobierno, no en escudo del pueblo”.