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El reciente señalamiento del Gobierno del Estado de Puebla contra TV Azteca por emprender una campaña de desprestigio para obtener convenios publicitarios y contratos millonarios revive una discusión incómoda, pero necesaria: el uso del poder mediático como herramienta de presión económica y política.

Para presuntamente obtener contratos onerosos y convenios de publicidad, la televisora TV Azteca habría implementado una campaña de desprestigio en contra del Gobierno del Estado de Puebla. Así lo dio a conocer José Tomé Cabrera, coordinador general de Comunicación y Agenda Digital del Gobierno del Estado, al acusar presiones de la empresa.